INTRODUCCIÓN
En este vídeo te explico todo lo que necesitas saber sobre los nuevos aranceles del 145 % que Donald Trump ha impuesto a los productos importados desde China y cómo esta medida puede afectar directamente a tu negocio si vendes productos físicos, especialmente en Amazon.
Analizo las causas reales detrás de esta decisión, el impacto en los costes y márgenes, y lo que están haciendo los vendedores más inteligentes para adaptarse.
Además, te muestro estrategias prácticas para renegociar con fabricantes, diversificar mercados y seguir creciendo en medio de la incertidumbre.
No es el fin del comercio… es una gran oportunidad si sabes jugar bien tus cartas.
TRANSCRIPCIÓN
Bien, Trump ha justificado esta medida con una narrativa muy clara. Estados Unidos, según él, ha sido explotado comercialmente por China durante décadas, afirma que China ha manipulado su moneda, robado propiedad intelectual, subsidiado agresivamente sus industrias estratégicas y desbalanceado por completo el comercio global a su favor.
Además, señala que muchas de las importaciones chinas representan una amenaza para la seguridad nacional y para el empleo industrial en Estados Unidos. Su argumento principal es que estos aranceles no solamente son una respuesta a esas prácticas, sino también una forma de reconstruir la industria manufacturera dentro de Estados Unidos y obligar a las empresas a dejar de depender de China.
Desde abril del 2025, Estados Unidos ha activado aranceles de hasta el 145% para productos clave provenientes de China. Estos aranceles afectan principalmente a sectores estratégicos como, por ejemplo, vehículos eléctricos y sus baterías, paneles solares y acero y aluminio. Pero ahora también se han visto afectados productos de consumo general como, por ejemplo, ropa, artículos deportivos, productos del hogar y cocina, y muchísimos más.
Básicamente, estamos hablando de productos del día a día que los vendedores compramos en China y vendemos online, sobre todo en Amazon. Son artículos comunes de uso cotidiano que ahora enfrentan un nuevo escenario de costes y márgenes. La exención de mínimis, que permitía importar sin pagar impuestos productos con un valor declarado inferior a $800, ha sido también eliminada para envíos desde China, afectando directamente a empresas como, por ejemplo, Shane Otemu, que sabemos que son gigantes que han crecido muchísimo en los últimos años.
Básicamente, casi todos los productos de marca privada que se fabrican en China y se venden en Amazon entran ahora en esta nueva carga arancelaria. La situación es seria, pero tiene matices importantes que vamos a analizar.
Muchas personas están escandalizadas y nerviosas al escuchar que Estados Unidos ha aplicado aranceles y les puede parecer una locura porque automáticamente piensan que eso significa que los precios de venta de los productos van a subir también un 145%, que se va a disparar la inflación y que vamos directos al colapso económico. Pero eso no es exactamente así. Y para entender mejor el impacto real de lo que está sucediendo, vamos a poner un ejemplo real de un producto que yo mismo vendo en Amazon Estados Unidos.
Bien, vamos allá y vamos a ver este producto que vendo yo en Estados Unidos, que es un producto relativamente pequeño y barato, y lo compro en China. Normalmente lo envío por barco porque, obviamente, es mucho más barato, pero en ocasiones puntuales lo puedo mandar por avión porque, pues, obviamente, al ser pequeño tampoco me cuesta mucho más por unidad. Entonces, vamos a los detalles.
El precio de venta en estos momentos es $11.99, aunque, bueno, hay una franquicia o una tolerancia de precio de 1 o 2 dólares de vez en cuando, dependiendo de la temporada, pero ahora mismo está en $11.99 y vamos a partir de ahí. Producción más transporte $2.29, que es lo que me cuesta exactamente. Hasta ahora hemos tenido un 25% de aranceles de Trump. Acordaos que lo puso en su primer término como presidente y el precio siempre ha sido $0.57. ¿Os dais cuenta aquí? 25% de $2.29. Total, de coste del producto en almacén en Estados Unidos, en Amazon, puesto allí: $2.86. Vale, este es el total. Después, una vez en los almacenes de Amazon, cuando está en venta, la tarifa logística de Amazon es $4.16, exactamente sacado de mi cuenta. Aquí lo tenéis. Y tarifa de referencia en Amazon, que es el 15% del precio de venta, que aquí lo tenéis, un 15% de esto. En total, tarifas de Amazon $5.96, beneficio $3.17, margen 26%.
Bien, pues ahora vamos a ver qué pasa si incrementamos los aranceles a 145%. Los aranceles, o las tarifas, como le llaman en inglés. Le vamos a dar aquí a esta pestañita y vemos una tabla que tengo preparada para vosotros. Como veis aquí, 145% de aranceles.
El precio de venta lo mantenemos igual. Producción más transporte, el costo del producto más el transporte hasta Estados Unidos: $2.29. Aranceles, en este caso, a 145%: $3.32. Daos cuenta de la diferencia abismal que hay: $3.32 antes
$0.57.
El coste total del producto puesto en los almacenes de Amazon en Estados Unidos es $5.61 versus antes $2.86; es prácticamente el doble. Después, tarifa logística de Amazon $4.16, exactamente la misma, porque el producto es exactamente igual. Y tarifa de referencia en Amazon: $1.80, porque hemos mantenido el precio. ¿Qué pasa? Beneficio 0.42, margen 4%.
Aquí, bueno, pues el negocio no es viable. Entonces, ¿qué tendríamos que hacer? Bueno, pues tendríamos que subir el precio significativamente para mantener el mismo margen del 26% que veis aquí. ¿Qué tendríamos que hacer para que pase de 4% a 26%? Pues subirlo a $16.5. ¿Qué ha pasado? Pues que hemos incrementado el precio de venta al público un 38%. Entonces, el 38% de incremento de precio es un incremento muy grande, pero no es el 145% que mucha gente se piensa que hay que incrementar, no. Es un 38%.
En mi caso, probablemente no lo pueda incrementar tanto porque, entonces, dejo de ser competitivo. Algunos sectores, bueno, pues puede que lo aguanten, pero en general un 38% no es razonable.
Entonces, ¿qué habría que hacer aquí? Bueno, pues tenemos varias opciones, pero la principal es negociar con los proveedores. Entonces, ¿qué haría yo? Bueno, pues llamar directamente al proveedor, le sería totalmente honesto. Le diría que no puedo seguir trabajando con estos precios en estas circunstancias temporalmente y que ya hablaríamos más adelante.
Ahora, si digamos que pasa por el aro y es flexible y puede asumir una reducción de precios, pues yo le diría que estaría dispuesto a seguir trabajando con un 15% un 20% de descuento. ¿Qué supone eso? Bueno, pues $1.83 sería el nuevo precio de coste. Voy a $11.99, que es el precio original, y digo: «Bueno, aun así, con $1.83 no puedo seguir trabajando porque tengo un 13% de margen y es muy bajito.» ¿A cuánto tendría que subirlo? Pues a 14.6 para tener siempre el mismo margen, 26%, pero eso supone una subida de precio del 22%, y creo que todavía, aunque es más razonable de cara al consumidor, el consumidor no creo que lo pueda asumir.
Entonces, ¿qué haría yo? Bueno, pues quizás incrementarlo menos. Vamos a ponerlo en $13.2. Como veis, aquí mi margen sigue siendo bastante saludable, un 20%, teniendo en cuenta las circunstancias, obviamente, y el incremento al consumidor en el precio de venta sería simplemente un 10%.
Bien, como hemos visto, un arancel del 145% no significa que los precios al consumidor vayan a subir un 145%. Lo que significa es una subida significativa en los costes, sí, por supuesto, pero no descontrolada. En el ejemplo anterior, esa subida era del 38%, que ya es bastante, pero no es el apocalipsis que muchos temían.
Ahora bien, las cosas no son obviamente tan simples, porque, aunque el consumidor final puede aceptar subidas moderadas de precio, la mayoría de los productos no va a aguantar una subida del 40-50% sin ver afectada la demanda. La elasticidad del mercado tiene, obviamente, un límite y los compradores simplemente dejan de comprar cuando el producto deja de tener sentido económico para ellos.
Por eso, tener en cuenta que, en la cadena entre el fabricante, el vendedor y el consumidor final, es inevitable que esa subida se reparta. El consumidor podrá absorber, bueno, pues, una parte, pero la gran mayoría tendrá que ser asumida por el vendedor y el fabricante. Y aquí es donde entra la parte más importante, en mi opinión. En la práctica, quien más termina ajustando el precio es el fabricante. ¿Por qué? Porque el vendedor suele ser, bueno, pues, simplemente un intermediario con poca infraestructura normalmente, pero el fabricante tiene una estructura fija enorme, es decir, fábricas que no puede cerrar y trabajadores a los que no puede despedir de un día para otro. Necesita seguir produciendo para sobrevivir, aunque sea a precio de coste, porque los dueños están pensando, bueno, espera, espera, porque llevo 20 años construyendo esta empresa y ahora tengo que aguantar, sea como sea, porque si cierro esto se va a acabar para siempre y con ello mi futuro.
Por eso, la estrategia más inteligente en este momento no es paralizar pedidos ni entrar en pánico. La estrategia es renegociar con los fabricantes, sentarse con ellos, explicarles tranquilamente el impacto de los nuevos aranceles y buscar cómo pueden ajustar precios para poder seguir trabajando juntos. La mayoría va a bajar los precios, os lo aseguro.
En mi caso personal, con el producto que acabáis de ver, ya nos han dado un 20% de descuento hasta que todo se aclare, hasta que todo se normalice. Y la verdad, os tengo que decir que no nos ha costado prácticamente nada. Ha sido una negociación muy fácil de dos o tres días. ¿Y qué supone esto? Bueno, pues, que, si acepto un 20% de descuento, solamente voy a tener que subir el precio final al consumidor un 22%. Y eso está bastante razonable.
Pero también puedo hacer otra cosa. Puedo elegir subirlo simplemente un 10%, muy poquito, y bajar mi margen y dejarlo simplemente en un 20%, que también está bastante bien.
Después de renegociar con los fabricantes, los vendedores también están diversificando mercados, cambiando de país de fabricación e incluso utilizando nuevas estrategias logísticas:
Muchos vendedores están redirigiendo sus esfuerzos a Amazon Europa, donde sabemos que no existen este tipo de aranceles. Gracias al programa Paneuropeo de FBA, pueden almacenar sus productos en un solo país y Amazon se encarga de distribuirlos automáticamente por toda la Unión Europea en función de la demanda y así se puede reducir muchísimo en costes logísticos y en tiempos de entrega.
Europa representa una oportunidad inmensa para poder escalar sin depender exclusivamente de Estados Unidos. Pero ojo, porque también existen otros mercados muy potentes, como por ejemplo Reino Unido, Australia, Emiratos Árabes o incluso Japón.
Cada vez más vendedores están buscando proveedores en India, en Vietnam, en Indonesia, Bangladés, México, Turquía o incluso en Europa del Este. Plataformas como Alibaba permiten filtrar fácilmente por país y muchos están encontrando proveedores con excelente calidad y profesionalismo. Turquía, en particular, os tengo que decir que se ha posicionado muy bien como una opción potente en sectores como, por ejemplo, el textil o aricocina, decoración, juguetes, calzado y productos artesanales.
Ahora mismo, la mayoría de los vendedores de Amazon hacen que sus fabricantes entreguen la mercancía en un barco, en un puerto chino, por ejemplo, en Ningbo. Y ellos se encargan de hacer absolutamente todo: el transporte marítimo, el despacho aduanero, el pago de los aranceles y el transporte local en Estados Unidos.
Esto se llama FOB más gestión logística propia. Sin embargo, con todos estos cambios, muchos vendedores están empezando a considerar hacer todos sus envíos desde China a Estados Unidos en la modalidad de DDP, delivered duty paid, donde el fabricante chino se encarga absolutamente de todo: el transporte, el despacho de aduanas y el pago de aranceles. Este es un enfoque totalmente legal que permite trasladar la responsabilidad completamente al fabricante y lo hacen porque, normalmente, el fabricante declara un valor de compra menor al real y los aranceles se reducen significativamente.
Por ejemplo, si un producto cuesta $50 y se declara por $20, el arancel del 145% se aplica sobre esos $20 y se convierten en $29, lo que deja el coste final casi intacto respecto al original, es decir, $49, que son la suma de 20 originales declarados más 29 de aranceles.
Esta práctica se ha utilizado durante años sin mayores consecuencias, aunque en el contexto actual hay que tener en cuenta, o hay que actuar con un poquito más de precaución, porque las autoridades podrían estar bastante más atentas, pero que es legal, es legal 100% y la responsabilidad la tiene el fabricante. No es muy ortodoxo y cada uno tiene que correr sus propios riesgos, pero ahí está la posibilidad.
Y para los que no queráis utilizar esta estrategia y queráis seguir haciendo las cosas como siempre, que es perfectamente entendible, es decir, seguir haciendo FOB más gestión logística propia, recordar que contáis ahora mismo con una ventaja muy importante y es que los precios del transporte, los transitarios, están bajando por la reducción de pedidos. Así que eso lo podéis aprovechar estupendamente, aunque probablemente, no sea tan ventajoso como el DDP.
Bien, y ahora vamos a ver qué es lo que esperamos de los próximos meses. Ahora mismo, todo el mercado está en modo observación. Lo que ha ocurrido en abril ha sido un golpe bastante fuerte, pero lo que suceda a partir de este momento va a depender de varios factores clave que tenemos que tener muy en cuenta.
Primero, vamos a hablar de la ventaja estructural que tiene Estados Unidos sobre China. En primer lugar, su mercado interno es gigantesco. Incluso si se encarecen las importaciones desde China, las empresas estadounidenses tienen la capacidad de recolocar producción o de comprar en países como, por ejemplo, México o Vietnam. El consumidor, por tanto, sigue teniendo alternativas reales.
Además, Estados Unidos es el primer productor mundial de gas y petróleo. Esto le da autosuficiencia energética y lo hace mucho menos vulnerable ante un posible corte de suministros por parte de China.
También hay que tener en cuenta su poder en el sistema financiero y en alianzas internacionales. Washington controla el acceso a dólares, la reserva mundial, a las bolsas más importantes y a universidades de muchísimo prestigio. China, por su parte, depende de todo eso para alistar empresas, para formar ingenieros y para captar capital. Y, por último, está la flexibilidad política de cada país. Las democracias, entre comillas, nos guste o no, absorben mejor el descontento social. Un despido masivo en fábricas costeras chinas presiona muchísimo o presionará muchísimo más a Xi Jinping que una subida puntual de precios a Donald Trump.
Segundo, ¿qué busca realmente Trump con este arancel del 145%? Quiere recortar subsidios industriales que China da a sectores como, por ejemplo, vehículos eléctricos, paneles solares y microchips. También está apuntando definitivamente a cuestiones de propiedad intelectual y a poder abrir el acceso de empresas americanas-estadounidenses al mercado financiero chino, que está muy cerrado. Además, busca frenar el tráfico de fentanilo y controlar datos de aplicaciones chinas, como, por ejemplo, la famosa TikTok, y, por supuesto, contener la presión militar y comercial que China está ejerciendo sobre Taiwán y el mar del sur de China.
Tercero, vamos a ver cuál podría ser el escenario más probable. Aunque el arancel del 145% ya está sobre la mesa, el propio Trump dijo el 18 de abril de 2025 que no quiere subir más los aranceles; incluso podría bajarlos. Por su parte, China respondió con una actitud conciliadora, afirmando que tampoco jugará al juego de los números. Esto apunta a que, en los próximos 90 a 120 días, podríamos ver un acuerdo parcial que reduzca ese 145% a una franja que ronde del 25% al 40%, manteniendo una cláusula de snapback para volver a subirlo si China no cumple.
También se estima que vamos a ver exenciones crecientes por sectores para no perjudicar al consumidor estadounidense ni a empresas clave de su economía.
Entonces, ¿cuál sería o cuál es el plan de acción para nosotros como vendedores? Bueno, pues primero simula tus márgenes con un arancel del 30% al 40% como escenario base, escenario base para lo que queda del 2025. Pero negocia ya, aprovecha para negociar con tus fabricantes porque te va a dar una oportunidad de oro para saber hasta dónde pueden llegar con los precios.
Después evalúa proveedores en terceros países o utiliza DDP, pero obviamente con responsabilidad. Y finalmente mantén capacidad de reacción. Recuerda que los aranceles son simplemente una palanca negociadora; pueden bajar si China concede, pero también pueden volver a subir si no lo hace.
Mi lectura final es esta: El 145% de aranceles ha sido un golpe inicial de Donald Trump sobre la mesa para forzar a China a negociar. No es sostenible a largo plazo, pero sí vamos a ver un arancel residual de seguridad o renten, como también le llaman, como forma de recordar a Pekín que la presión puede volver en cualquier momento.
Así que preparaos para un 2025 que puede ser todavía un poquito volátil, pero obviamente no para un apocalipsis permanente como muchos pensaban.
Bien, como has visto, los aranceles del 145% no son el fin de Amazon ni el fin del comercio internacional, ni mucho menos el fin de nuestros negocios, pero sí son un buen recordatorio de que el juego de la vida y de los negocios está en continuo cambio y quien no se adapte pierde. Si no es esto, es una pandemia, si no una guerra o cualquier otra cosa, siempre hay algo. Está claro que no hay que quejarse ni buscar culpables. Es tiempo de moverse, de pensar estratégicamente y de tomar decisiones, porque mientras muchos vendedores se paralizan, cancelan pedidos y abandonan el mercado, otros, los más positivos, van a ganar terreno. Acordaos que, en la volatilidad, está la oportunidad. Y siempre recuerda algo fundamental: El comercio global no desaparece, solo se reorganiza. Siempre hay demanda, siempre hay productos que vender y siempre hay caminos alternativos para seguir creciendo.
Así que si vendes en Amazon o estás pensando en empezar y quieres hacerlo bien acompañado, te invito a acceder a mi información que la tienes justamente debajo del vídeo, donde te voy a enseñar paso a paso cómo construir un negocio rentable en Amazon, incluso y especialmente en momentos como este. Así que muchísimas gracias y nos vemos en el siguiente vídeo.
Espero que os haya gustado el video, y para todos aquellos que queráis aprender más sobre el mundo de Amazon, os animo a que echéis un vistazo a mis cursos, sin más que decir ¡Muchas gracias y hasta la próxima!
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